VENDAJE NEUROMUSCULAR EN PEDIATRÍA

VENDAJE NEUROMUSCULAR EN PEDIATRÍA

El vendaje neuromuscular o kinesiotape está obteniendo muy buenos resultados en las terapias con los infantes por lo que la aceptación entre los pediatras cada vez es mayor. La finalidad de este tipo de vendaje es que se pueda realizar una vida relativamente normal mientras se recupera la lesión o se relaja la musculatura afectada.
Normalmente se usa en estados crónicos (cuando la lesión lleva más de 48 hrs) pero hay casos en los que se aplica en agudos (cuando la lesión tiene menos de 48 hrs).

El vendaje neuromuscular ofrece un amplio abanico de posibilidades terapéuticas y por ello se está estableciendo como un método terapéutico habitual en el trabajo con niños.

Las características de la piel en los niños (menor espesor) hacen que sean especialmente sensibles a la información propioceptiva transmitida por el vendaje neuromuscular o kinesiotape, y de aquí el gran éxito que se obtiene en los tratamientos. Por el mismo motivo, las tensiones que se aplican en los vendajes, difieren de las que se aplican en los adultos.

Se debe prestar especial atención a la piel, por ser más sensible que en los adultos, y es imprescindible realizar una prueba alérgica al material del vendaje neuromuscular antes de la primera aplicación. Para ello, dejaremos puesto una pequeña tira de kinesiotape en el abdomen o en la zona dorsal durante 4-5 días, observando si aparece cualquier tipo de reacción alérgica; si no hay ninguna reacción alérgica al vendaje, podemos comenzar con las aplicaciones terapéuticas.

Es importante tener en cuenta las contraindicaciones del vendaje neuromuscular o kinesiotape en todos los casos, por tanto en los niños no debe ser menos. Por lo general, evitaremos las aplicaciones sobre el ombligo, seremos muy cuidadosos en las zonas del cuello y del estómago y no aplicaremos vendaje neuromuscular en menores de 6 meses, pudiendo utilizar cross tape en su lugar, si lo creemos conveniente.